Cuantas veces
hemos oído en el futbol “merecíamos ganar, fuimos superiores, ellos solo
llegaron una vez” cosas asi se repiten seguido en entrevistas, gradas, radios, televisión
etc.
El futbol no es
un deporte de merecer, compasión o agradecimiento a lo bonito que uno juega,
todo eso de nada sirve si no se convierten goles, muchas veces no gana el mejor
ni el que tenga mejor afición, sencillamente es quien anota, esa es la enorme
diferencia entre este deporte y otros.
Durante varios días
vengo leyendo que “Coatepeque no se debe ir a la primera División porque es un
equipo que tiene una afición increíble”, y eso es cierto, los llenazos del
Israel Barrios realmente enchinan la piel, erizan hasta a sin pelo pero no es
suficiente.
De ser así por
aficiones Xelaju debería merecer tener más títulos que Rojos y Cremas en cuanto
a llenar estadio se refiere, tienen un promedio altísimo que muchas veces
equipos como Heredia, Iztapa, Halcones o Mictlan no lo pueden hacer ni en dos
meses.
El equipo
coatepecano ha puesto en hipoteca su estadía en la Liga Nacional, le quedan
cinco partidos y tres de ellos son de visita, dos en donde sacar puntos es de pronóstico
reservado, su afición sufre, pero no es posible culpar a los árbitros de todo,
tampoco a la liga, cuando se tuvo un torneo Apertura con unos errorazos dentro
del campo desmedidos o una mala planificación las consecuencias se resienten si
no se logra enderezar el camino, esta semana el oxigeno se le puede acabar a
las víboras si no sacan puntos del Mario Camposeco, depende de ellos y no solo
de pedir merecidamente quedarse.
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