Un joven de 17 años fue asesinado a un kilómetro y medio del
estadio EL Trébol donde se jugaba el clásico 278 del futbol de Guatemala que
termino 0-0, el ministro de Gobernación M López Bonilla indico que el ataque
fue “por un grupo de aficionados de un equipo hacia otro”, la victima Kevin Díaz
que mañana cumpliría 18 años de edad.
La culpa se la tiramos al futbol, ese bello deporte que nos
ha dado tanto y también nos ha quitado, sin embargo los culpables están
escondidos en esos grupitos que se creen dueños de una institución que no es
suya, esas “familias” que terminan cegadas por una hermandad que les hace
seguir lo que un liderucho les ordene, si les dicen salten ellos saltan, si les
dicen griten ellos gritan, si les dicen maten ellos matan… todo lo hacen
cegados por un color, esto deja de ser futbol.
Los equipos de Guatemala hacen lo que pueden o bien lo que
quieren, hasta hoy no ha muerto nadie en un estadio plenamente identificado
pero los problemas vienen con cada partido, cada enfrentamiento deportivo.
Basta con leer las provocaciones entre aficionados de Xelaju
y Coatepeque, Xelaju y Suchi o las del sábado entre Cremas y Rojos, algo malo
se avizoraba en los ambientes del clásico, hoy una familia llora, los muertos están
muertos y no oyen, hablan o sienten, pero el dolor queda en la familia, alguno
sin sesos buscara venganza, es la ley de la vida mal hecha.
En el hecho de hoy se seguirá pidiendo lo mismo que con cada
muerto injusto en Guatemala, justicia de esa que no hay en una sociedad como
esta, queda levantar la cabeza y tratar de evitar de que estas cosas no pasen así,
tampoco dejar que esa gentuza envenene en el micrófono diciendo que “si ellos
los van a buscar se van a defender” no entiendo como hay gente que patrocina
programas así, ellos también son responsables de las tonteras que entran en la
cabeza de esas barruchas que lo que menos hacen es alentar a su equipo.
La culpa no es del estadio, no es del club, es de esa gente
que cree que se creen dueños de un equipo que no es suyo, que son solo parte de
la grada, que ellos no juegan, no anota, no son más que voces alentando, esa
gente que cree que su sentimiento está por arriba del sentimiento del rival,
que si no le vas a tu equipo te tiene que matar, esa gente que pierde el
concepto de lo que realmente se hace en un estadio, de ellos es la culpa, no
del estadio.
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