Entre canchas maltratadas, ambientes poco cordiales y situaciones nada cómodas la figura de Rocio Orellana resaltan entre el cuerpo médico de los Tigres del Jumay de Jalapa de la Segunda Division en cada jornada.
Es poco común ver mujeres en el futbol
guatemalteco involucradas y que salgan al banquillo de un equipo varonil.
Rocío es la mas pequeña de cuatro hermanos nacidos en la morena climatológica de oriente, su carrera inicia al observar a uno de sus hermanos tener una fuerte lesión de ligamentos cruzados en la rodilla, su experiencia en la clínica para rehabilitarse fue muy mala y el papá decide en su empírico conocimiento recuperarlo logrando tener éxito, sumado a ello la abuela enferma sufre amputaciones por diabetes y es alli donde decide comenzar a estudiar la carrera para poder primero servir a quienes tenía cerca, lamentablemente no pudo con su abuelita.
Sobre su formación académica profesional, recibe el título de Tecnico en
Fisioterapia en la UMG y cierra la carrera en la URL en donde sólo está
pendiente de la tesis para formalizar su graduación como Licenciada, desde hace
tres años Rocío sirve en Jalapa como una de las mejores fisioterapeutas del
departamento tras recibir el apoyo y empuje de un traumatólogo que le recomienda a sus pacientes.
“La fisioterapia deportiva en mujeres es muy complicada, el hecho de llegar
al equipo de fútbol con tanto machismo que aún prevalece y abrirme campo no ha
sido fácil, para muchos existe la idea que las mujeres deben seguir en la casa,
en los estadios me mandan a que vaya a cocinar, lavar y planchar…” me explica
Rocío. “Me han lanzado comentarios muy groseros y vulgares cuando vamos de
visita pero, los he ignorado, las mujeres estamos cambiando todo esto.” Agrega.
Pero como llega a los Tigres del Jumay?
(entre risas) “Mi hermano Willy juega en el equipo y el me pide que si
puedo evaluar a algunos jugadores que están lesionados, tiempo después los mismos
jugadores hicieron presión para que me incorporaran al equipo ya que el tiempo
de recuperación de lesiones se acortaba, estar dentro de un camerino con
hombres no ha sido un problema para mi, el respeto es mutuo.
Rocio es consciente que su labor es vista como rara, principiando porque es
mujer, segundo es joven y tercero llama la atención, a lo que ella indica “en el
área deportiva nos enfocamos mucho en cómo nos vemos, el físico lo vuelven tan
importante que dejamos pasar por alto la capacidad intelectual de las personas”
añade la jalapaneca.
Orellana además me comentaba que prevenir lesiones es difícil porque las
canchas de la liga no son las mejores, sumado a que en las canchas sintéticas
los jugadores no usan el calzado adecuado, en la liga no le dan el espacio que
se debe a la fisioterapia pero siento que mi campo es poco valorado.
Rocio tiene tres temporadas con los Tigres del Jumay, en 2023 espera poder
soplar su velita #27 del pastel junto a las personas especiales en su vida..
durante las mañanas no pierde la oportunidad de entrenar en el gimnasio antes
de iniciar sus labores profesionales en su ciudad, la tierra que vió dos veces
con el imponente Cerro del Jumay de testigo al desaparecido Deportivo Jalapa
dar el grito de campeón nacional, desde el último de ellos han pasado ya 13
largos años.
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