Ivan Castro es fotógrafo, escribió en Facebook sobre la situación actual en Guatemala y vale la pena compartirlo aquí:
Quisiera reflexionar por un minuto lo que pudo llevar al conductor a tomar esa decisión tan egoísta y salvaje. Buscando la frase "atropellan a manifestantes" en Google hay más de 273,000 resultados, es evidente que lo que pasó en Guatemala no es un hecho aislado... México, Rusia, Egipto, Estados Unidos, Francia y Venezuela han pasado por la misma tragedia. Es muy fácil encontrarte en el tráfico con conductores violentos y también es muy fácil que nosotros nos enojemos en esta interacción tan caótica, la frase "me dieron ganas de tirarle el carro encima" la he escuchado muchas veces y es que estar tras el volante nos da cierto aire de superioridad, nos hace pensar que somos el centro de la tierra.
Pero veamos: estamos estresados en el tráfico, luego un grupo de alumnos nos bloquean el paso, ellos están usando "la fuerza" para no dejarnos pasar ¿cómo reaccionamos? muchos de los carros que estaban allí también estaban ejerciendo "su fuerza" usando la bocina a todo lo que diera, la bocina también es violencia, es una herramienta para callar a los manifestantes. Entonces ¿Qué hace que una persona pueda tomar una decisión así? creo que la respuesta es que todos los ingredientes se juntaron: estrés, prisa, calor, desesperación, impotencia, violencia, encierro, etc.
¡Cualquiera de nosotros podríamos haber cometido ese crimen tan horrendo! si se juntan todos los ingredientes. Claro, muchos se quedarían solo con las ganas, pero "de querer a hacer" hay una delgada línea y se necesita madurez emocional para detenerse, por lo que veo en las calles a diario se que muy pocos la tienen.
Ahora, este conductor cometió un crimen: "el derecho a la vida, prevalece por encima de cualquier otro" debe pagar su condena, me duele en el alma lo que le pasó a estos niños, me da impotencia el pensar en todo lo que está mal para que unos chicos tengan que salir a las calles a reclamar sus derechos.
Violencia tras violencia: una cosa que no me logro explicar es cómo supuestos "guatemaltecos indignados" estén compartiendo fotografías sin censura de la niña, esto también es violencia, es una falta de respeto a la vida y al dolor, es morbo y nada contribuye a la situación, más bien demuestra lo enfermos que estamos como sociedad.
Buscar culpables: El circo sigue y cómo el conductor no aparece tenemos que encontrar "culpables", esta vez es Erick Becker de "Los Patanes" quien hizo el mismo comentario que miles de personas hicieron ese día, el error aquí es ser figura pública y como tal deben ser impolutos. Mucha gente está celebrando que ya no van a ser “teloneros” en un concierto, ¿de esta forma ayudamos a resolver la situación? ¿a caso la gente no está ejerciendo "la fuerza" con sus críticas?.
¿A qué estamos jugando como sociedad? cuando condenamos a través de las redes sociales somos exactamente iguales al conductor que con el acelerador demostró "su fuerza", usando malas palabras para maldecir al conductor en redes sociales somos iguales a las personas que usaron las bocinas de sus carros para atacar a los manifestantes y es que estar tras la pantalla nos da cierto aire de superioridad, nos hace pensar que somos el centro de la tierra. Antes pensaba que lo que iba a destruir a la humanidad eran las guerras ¡no es así! ahora estoy seguro que lo que nos va a destruir es nuestra falsa idea de creernos superiores a los demás.
Guatemaltecos la violencia la estamos demostrando todos en todo momento, no es necesario que tengamos el pie en el acelerador.
Como no soy la persona indicada para dar consejos a otros en este tema, me lo voy a dar a mi: Iván, trata de entender la frustración de los niños, el dolor físico y mental por el que están pasando, trata de entender las razones que llevaron al conductor a ser tan cruel y sobre todo busca la forma de pensar bien lo que haces cada vez que estés manejando, busca ser la mejor versión de guatemalteco que puedas ser.
Pido disculpas si algunas personas pueden pensar que estoy justificando al conductor, lo mío más bien es una invitación a ver este caso desde todos los ángulos posibles y que esto nos lleve a saber qué decisiones debemos tomar si nosotros estuviéramos tras el volante y nos enfrentamos a una situación similar.
La historia no acaba, pues Brenda la niña que había sufrido el daño más grande acaba de morir, todo esto en medio de un evidente encubrimiento por parte de las autoridades a favor del conductor. Brenda, que tu vida y tu muerte, sean el principio de un cambio profundo a nuestra sociedad.
Mi madre al leer esto dijo: "Si no aceptamos que somos una sociedad ENFERMA estamos en peligro de actuar como el conductor. El trabajo que tenemos es descubrir qué tan enfermo estoy YO y buscar la medicina".
Bendiciones a todos.
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